Javier Duarte contra la autonomía sindical en el proceso de elección de dirigencia.
- Javier Duarte Flores debe sacar las manos del proceso de elección.
- Mónica Agüero debe deslindarse.
- La Dirigencia Nacional del SNTE obligada a evitar que la autonomía sindical se negocie.
Subrayado y con negritas.
Por Gerardo Castro Ruiz.
Las elecciones por la Directiva de la Sección 28 del SNTE están cargadas de tensiones que amenazan con ensuciar un proceso que debería ser democrático y transparente. El arranque formal de la campaña, tras la Convocatoria, el Registro de planillas, la Resolución de procedencia y el Acta de acreditación, ha puesto en juego las esperanzas de miles de trabajadores de la educación.
Las planillas Azul, Verde, Roja y Blanca, lideradas por Mónica Agüero Cordero, Gustavo Canizalez Cedano, Francisco Duarte Ayala y Jesús Ernesto Félix Tabardillo, ya están en la contienda. Sin embargo, las preocupaciones sobre la integridad del proceso están aumentando día a día.
A todos los candidatos se les reconoce experiencia, aunque en diferentes grados. Nadie debería ser descalificado por su trayectoria. Pero lo que realmente ensombrece este proceso son las crecientes acusaciones de interferencia externa, particularmente dirigidas hacia el ex dirigente sindical Javier Duarte Flores. Los rumores de que Duarte está en pláticas con el Alcalde de Hermosillo, Antonio Astiazarán, para inclinar la balanza de la elección a favor de la planilla Azul, a cambio de favores políticos, son sumamente graves. Esto no solo vulnera la autonomía sindical, sino que amenaza con convertir este proceso en un juego de intereses personales y ambiciones a largo plazo.
Es inaceptable que un ex dirigente, con un historial que incluye señalamientos por el manejo irregular de recursos públicos, busque ahora manipular una elección para proteger sus propios intereses. La Fiscalía tiene pendientes observaciones sobre su gestión, y todo apunta a que su objetivo es asegurar que una directiva afín lo cubra de futuras responsabilidades. La dirigencia sindical no puede permitir que alguien con esta trayectoria continúe interfiriéndose en los destinos de la Sección 28.
El posible acuerdo entre Duarte Flores y Astiazarán, que tendría como objetivo impulsar la planilla Azul como parte de un proyecto político hacia 2027, debe ser investigado con rigor. Si Mónica Agüero Cordero, quien encabeza esa planilla, está al tanto de estos arreglos, su candidatura pierde legitimidad. Si no lo está, debe desmarcarse públicamente de cualquier vínculo con un personaje tan controvertido. Los agremiados merecen saber que están votando por una opción libre de influencia.
La Dirigencia Nacional del SNTE y los órganos electorales tienen una enorme responsabilidad en este proceso. Es imperativo que pongan un alto a cualquier intento de intromisión externa y que garanticen que la elección sea un ejercicio genuinamente democrático. Permitir que figuras como Javier Duarte Flores sigan moviendo los hilos desde las sombras sería una traición a los principios de autonomía y transparencia que deben regir todo proceso de elección.
Este es un momento clave para la Sección 28. Los ojos de miles de trabajadores están puestos en el desenlace de estas elecciones. No se puede permitir que intereses ajenos, disfrazados de promesas políticas, vulnere la confianza de los agremiados en su sindicato. ¡La autonomía sindical no se negocia, ni se vende! ¡Se defiende!
Punto Aparte.
Las mujeres de 63 y 64 años no tuvieron que esperar mucho para ver que la recién estrenada presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, cumple con su palabra. Desde el 7 de octubre, ya está en marcha el registro para acceder a la pensión para este grupo de edad, y podrán hacerlo hasta el 30 de Noviembre.